¿Usted se considera una
sierva de Dios fuerte? ¿Siempre preocupada en hacer un mantenimiento en su vida
espiritual? ¿Le gusta servir, generar, salvar almas y estar en el Centro de la
Voluntad de Dios? ¿Pero, usted es una sierva desatenta con su salud? ¿Vive
enferma, cansada, débil, con mucho sueño, y así está? ¿Sabe qué quiere decir
eso?
¡Usted no es una sierva
saludable!
Todos los martes a partir
de éste mes estaremos publicando aquí, consejos fáciles y que practicamos para
mantenernos siervas fuertes y saludables. Vamos a enseñar cosas simples que
hacemos en nuestro día a día en la obra de Dios, cosas que nos han ayudado a
estar listas para servir a Dios con calidad.
En los días de hoy tenemos
quehaceres que exigen mucho de nosotras, ser mujer en los días de hoy; es necesario
ser mujer con M mayúscula, imagine ser sierva de Dios, sierva del Señor…
queremos hacer mil y un cosas, pero la alimentación que tenemos no es
suficiente, no tiene las vitaminas necesarias, a veces nos contentamos con comidas
y lonches rápidos. Muchas veces vemos personas usadas por Dios pero su
apariencia es cansada, enferma, ojos hundidos y muchas de ellas son jóvenes,
pasan una imagen equivocada para las personas que ellas quieren ganar para
Jesús, a parte que ellas están maltratando su cuerpo (el Templo del Espíritu
Santo).
¿Vamos a cambiar esa
situación?
A partir de la próxima
semana, comenzaremos a trabajar en ese aspecto, tendremos una esposa de pastor
que ha cuidado de su salud, ayudándonos de forma simple y barata a tener más
vigor y calidad en Servir a Dios. También tendremos consejos de otras siervas
que viven fuera y dentro de Brasil, que a veces en las situaciones y
condiciones más difíciles priorizan su salud y la de otros siervos para
mantenerlos fuertes y saludables para Dios, ellas compartirán muchos consejos
importantes para todas nosotras.
Yo estaré en esa fe… ¿Y
usted?
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