Después que salí de los altos y bajos, me mantuve firme con Dios. Me bauticé de nuevo, pues el otro bautismo en realidad fue solo un baño. Cada vez más estaba entregada, en la iglesia, en el grupo joven. Pero en aquel tiempo era muy diferente, había una separación de los jóvenes para las cosas de la iglesia, se trabajaba de una forma más rígida.
Quien era bautizada en el Espíritu Santo podía evangelizar, ir con los obreros a hacer visitas, sentarse con los jóvenes para orientarles. Quien no era y, estaba recientemente liberado, solo podía limpiar la iglesia, preparar el material para que los otros evangelicen, recaudar alimentos para el ABC, trabajar para las gincanas del grupo joven (era muy bueno aquel tiempo).
Yo estaba en el grupo de los recién liberados, aún era una adolescente y estaba cambiando (muy poco). Recuerdo que muchas veces yo me quedaba haciendo las cosas en la iglesia triste… porque no era bautizada en el Espíritu Santo. En verdad yo ni sabía lo que era eso, llegué a pensar que mi conversión era el Bautismo en el Espíritu Santo (hice una confusión en mi cabeza), me quedé eludida sobre eso y quise convencer al obrero del grupo joven que yo era bautizada en el Espíritu Santo (¿tiene sentido?) ¿Cómo podría Recibirlo si yo no sabía lo que era? ¿Para qué servía?
Fue cuando empecé a preguntar a los jóvenes que tenían más tiempo en la iglesia. Aun así no podía entender (yo creía que era cosa de otro mundo), cuanto más preguntaba más confundida me quedaba. En mi cabeza creía que necesitaba tener al Espíritu Santo para poder evangelizar y ayudar más. Fue ahí que comencé a quedarme ansiosa en tener al Espíritu Santo… oraba a toda hora, ayunaba, hacía propósitos a mi manera (solo por hacer y no porque Lo quería con todo mi corazón). Al punto de prestar atención a lo que el pastor hacía en la hora de la búsqueda, y ahí yo hacía todo igual (y yo pensaba: listo, ya logré hacer todo igual). Uff… ya tengo al Espíritu Santo.
En ese mismo día que imité al pastor, fui toda contenta a hablar con el obrero nuevamente. Una vez más le dije que había sido bautizada y, el obrero me preguntó: ¿usted habla en lenguas? ¿Cómo así obrero?
Fue cuando él se dio cuenta que yo estaba ansiosa y muy confundida. El obrero me orientó a leer el libro “En los pasos de Jesús”, yo tengo hace muchos años aquel libro… fue el primer libro que me ayudó (ya lo leí como 8 veces), y amo leerlo, pues habla de la importancia del Espíritu Santo, Santa Cena, oración y muchas cosas que necesitamos aprender, y lo que a mí más me gusta de éste libro es que explica de una manera muy santa, usted aprende detalles de cómo hacer un ayuno, bautismo en las aguas… Sinceramente sé que muchos pueden decir que ya lo leyeron, que ya saben lo que está escrito ahí, pero para mí todas las veces que lo leo, hasta hoy, es como si volviera en el tiempo de las primeras obras.
Entonces, muy triste empecé a leer ese libro, pues no había manera de ser bautizada a mi estilo, entonces era la hora de obedecer. Yo quería de todas maneras, pero no tenía paciencia de aprender que era eso, yo creía que tenía que ser bautizada igual a las otras personas. Comencé a preguntar cómo fue que ellas habían sido bautizadas, y apenas ellas hablaban, yo veía que estaba bien lejos de Recibirlo. En mi cabeza, yo creía que Él vendría sobre mí en forma de una paloma y, que iba a recibir poder, y me sentiría como si estuviese en las nubes… deje que pare por aquí con las imaginaciones que yo tenía ☺. Yo hasta sentía la presencia de Dios, pero solo era en la iglesia.
Me quedé mucho tiempo en esa ilusión que el Espíritu Santo era un bicho de 7 cabezas, pero aun así, seguí el consejo del obrero, y fui leyendo el libro. También escuché una predica de Gálatas 5 sobre los frutos y busqué ver si los frutos hacían parte de mi vida y, vi que ninguno de ellos lo hacía. Con la lectura del libro y la predica… fui dándome cuenta.
Usted debe preocuparse en descubrir el por qué aún no ha conseguido Recibirle en su vida. ¿Cuáles son sus intenciones en Recibirle? ¿Usted ha vivido para Agradarle? ¿Qué es lo que usted ha hecho para Recibirlo?
Continúa...
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