segunda-feira, 30 de julho de 2012

Oraba por el pueblo, pero ya no oraba por mí


Nosotras tenemos que observarnos día a día, en el modo de actuar, de hablar, pues tales muestran como está nuestro grado de intimidad con Dios.

Un día de estos me estaba observando en ese aspecto, noté que estaba muy carnal, ya que me estaba involucrando totalmente con cosas de éste mundo, como la escuela, internet, etc. Y le dedicaba poco tiempo a las cosas de Dios. Entonces vi que tenía que hacer algo para cambiar esa situación, de lo contrario llegaría el momento en que caería.

Me engañaba creyendo que solo por el hecho de trabajar en la reunión y evangelizar a alguien me haría más fuerte espiritualmente. Pero el Espíritu Santo en su infinita misericordia, me cobraba, mostrándome que estaba faltando algo.

Ya no oraba por mí, solo por el pueblo, no leía la Biblia con frecuencia… Sinceramente, solo la leía en las reuniones de la iglesia.

Hasta que de tanto hacerme la misma pregunta: ¿qué falta? ¿qué falta? Reparé en mis acciones y descubrí que trabajar en la reunión y evangelizar hace parte de la Obra de Dios, pero no de mi comunión con Él. De que servía que yo me esté esforzando en dar a alguien algo que yo no tenía.

Yo oraba por el pueblo y creo que Dios oía, y me atendía, pero si yo no despertaba iba a acabar salvando a aquellas almas y perdiendo la mía.

Cuando desperté, empecé a cuidar de mí con el mismo amor y cariño que cuido del pueblo. Empecé a buscar mi renovación, mi fortalecimiento durante las madrugadas. Pasé a alimentarme más de la Palabra de Dios, leyendo más la Biblia en casa. Ayunar no solo por el pueblo, sino también por mí, por mi vida espiritual.

Nadie va a la guerra sin armas, herido. Pero, yo ya fui innumerables veces, y de ese modo era un blanco fácil para el diablo.

Es por eso que ahora oro siempre a Dios:

-Mi Dios siempre direccióname para que pueda hacer las elecciones correctas para aproximarme más y jamás apartarme de Ti. Amén.

Nunca más quiero sentir que estoy lejos de Dios, ni por un segundo.
Nuestra Salvación es una de las conquistas más preciosas que existe, chicas, cuiden de ella, cuiden de ustedes mismas y de su intimidad con Dios.

Andressa Passos
19 años de edad -  5 años de obrera.

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