Así como la boca habla de lo que está lleno el corazón,
nuestras acciones reflejan lo que está dentro de nuestra mente. Por esa razón
es que el Señor Jesús nos orienta a pensar en las cosas de lo Alto y no en las
cosas terrenales. Porque pensar en las cosas de lo Alto nos llevará a actuar y
ser como el propio Señor Jesús.
¡Nosotros somos del tamaño de nuestro pensamiento y así como
pensamos sucede!
Nenhum comentário:
Postar um comentário