Noé era un hombre íntegro, justo, valiente, fiel, de carácter bueno y recto, de fe, si, de mucha fe, pues creyó en Dios con todo su corazón y se lanzó en obediencia e hizo todo lo que Dios le hablo.
Lo veo como uno de los hombres más valientes de la Biblia, pues se enfrentó a todo el mundo, fue perseguido, soporto las miradas de desprecio de las personas que se burlaban de él y de su familia, del trabajo de 100 largos años, él tenía que tener mucho coraje.
Pero hubo un momento en el que Noé fallo y provoco un escándalo y mucha vergüenza y lo peor, fue traicionado por su propio hijo, que mostro la vergüenza de su padre para toda la familia.
Noé sabia como plantar y cuidar de un viñedo, fue de el que hizo el vino para emborracharse; quiero decir, Dios le dio la bendición de las cosechas y utilizo la bendición de Dios a su voluntad, para satisfacer su sentir…
Bebió demasiado al punto de quedar totalmente desnudo en medio de su tienda, uno de sus hijos viendo el escandalo le aviso a sus otros hermanos y ridiculizo a Noé delante de todos. Que escándalo, el escogido para ser padre de naciones estaba totalmente borracho y descontrolado por el efecto del vino.
Incluso fallando tan feo, Dios no desistió de la promesa que le hizo, Dios se mantuvo fiel y hasta hoy vemos el arco iris en el cielo en los días de lluvia. Nuestro héroe de la fe tuvo que lidiar con eso; el no vigilo, lo que demuestra que era humano y estaba sujeto a errar.
Debe haberse sentido muy mal por este escándalo, imagíneselo mirando a sus hijos y saber que actuó mal y provoco vergüenza.
Hoy, usted y yo vivimos como Noé vivió, no preparamos un arca y si nuestras almas para el regreso de Nuestro Señor Jesús.
No podemos inclinarnos a nuestras voluntades y deseos, pues podemos perder el control de las cosas y traer vergüenza a nuestras vidas, pero si eso pasa algún día, busque fuerzas en Dios para resistir, pues Él no la ha soltado, Dios quiere cumplir todas las promesas hechas para su vida.
Dios tenía un amor muy grande por Noé, él era justo, perfecto y ando con Dios, pero fallo como cualquiera de nosotros, aun así el siguió adelante después de todo lo que paso, él sabía que ya no podría hacer más sus voluntades pues iría a terminar mal.
Nosotros también estamos sujetos a fallar en algún momento de nuestra vida, errar hace parte de nuestra naturaleza, la cuestión es:
Que voy a hacer al respecto? Voy a continuar errando? O voy a aprender que no puedo entregarme más a mis deseos y voluntades?
Usted es quien decide, vivir en la vergüenza o luchar y vencer.
Fabiane Cunha
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