Siempre recibí
de mis amigas llamadas de auxilio cuando querían ir a algún lugar en mi ciudad
de origen (Bogotá- Colombia), pero no conocían el camino; yo era quien les daba
las indicaciones para llegar pues mi padre siempre tuvo carro y desde pequeña aprendí
las calles de mi ciudad y no es para nada chica jajaja…
Pues bien,
cuando llegue a Estados Unidos al ver tantas calles diferentes, puentes entrecruzados,
grandes avenidas, etc.; lo primero que pensé fue necesito un GPS!, no estaba
acostumbrada a estar perdida, desorientada y sin saber por dónde ir, pues en mi
país siempre fue algo fácil para mí y con la nueva experiencia de un nuevo país
mi sentido de orientación quedo totalmente bloqueado.
Así pasa en
nuestra relación con Dios, he visto como muchas mujeres viven perdidas en todo
a lo que se refiere al lado espiritual e incluso físico; pero por qué? Por qué
tanta desorientación? Por falta de palabra? Por llevar poco tiempo de iglesia?
Por ser demasiado joven o tal vez muy madura para entender lo simple? Es muy
sencillo, la persona se siente pérdida y desubicada porque le ha faltado un GPS
en su vida…Como así? No estoy hablando de un GPS que encuentra en el supermercado
o en alguna tienda de electrónicos, NO, estoy hablando que le ha faltado buscar
la dirección de Dios en su vida.
Como puedo
vencer las incertidumbres, los malos hábitos, la carne? Fácil, buscando al
único capaz de mostrarle la solución: El Señor Jesús, quien a través de su
Santo Espíritu (mi GPS) me enseña el camino correcto que debo tomar, la ruta
que me llevara a la salvación, al verdadero encuentro con Dios.
Amiga usted
se ha enfrentado a tanto fracaso en su vida, a tantas decepciones, a tanto
dolor, a tanta rabia incluso con usted misma porque su GPS no ha sido el
correcto, el que ha manejado su vida y la ha dirigido no ha sido el Espíritu
Santo y si, su carne, por eso ha fallado en el intento de cambiar, de ser una
mejor persona, de dejar lo que sabe que en su vida está mal, de vencer su yo,
de sentirse insegura en sus decisiones y en sus actitudes.
Pero y
entonces como lo obtengo? Ya nuestro Señor Jesús pago el precio, lo único que
falta es que usted tenga el coraje para tomar posesión de esa promesa, dejarse
guiar por el único que no falla en el camino.
Hoy buscara
con intensidad esa dirección en su vida, en estos propósitos hemos sido
sinceras reconociendo nuestros defectos y malas costumbres para cambiar,
entonces dígale eso a Dios, no reclame de los demás, no reclame de usted misma,
tome una actitud de cambio; arrójese en las manos de Jesús, Él está esperando
eso, deje a un lado todo miedo, inseguridad, toda lástima que usted pueda
sentir por si misma; cuando usted reconoce que solo Dios le puede dar esa
dirección, sin duda el vendrá a su encuentro para guiarla.
“Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus
senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En
ti confío a todas horas!” Salmo 25: 4-5
Karen Fracica
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