Recuerda como comenzó
todo, como usted conoció a Jesús, ahh, fue amor a primera vista, no es verdad?
Al conocerlo, usted entrego toda su vida, dejo todo lo que le hacía bien
momentáneamente, pues lo que usted había recibido era mucho mayor, mejor y
real.
Todo dentro de usted
comenzó a cambiar, su vida renació, su prioridad era su relacionamiento con
Dios, por eso, usted no perdía tiempo y ni oportunidades de estar buscando de Él,
ayunaba y oraba con placer, la sintonía era tan fuerte, no había desanimo de
leer la Biblia. Ahh, y cuando llegaban los miércoles, domingos y las vigilias
hasta el amanecer… usted quedaba tan contenta en que llegase la hora e ir a la
iglesia y mismo cansada, daba su mejor en su búsqueda, en su clamor y oración
y, mismo sabiendo que saliendo muchas veces de aquella vigilia directo para el
trabajo, usted iba tan bendecida y feliz, que el sueño, no era un problema.
¿Recuerda cómo usted era? ¿Recuerda
como usted hacia las cosas con santidad?
¿Recuerda como usted
llegaba cansada a su casa más feliz, en el domingo por la tarde, después que
usted trabajo en la reunión, evangelizo, participo del Grupo Joven, quedo todo
el día en la iglesia?
Esta semana yo pare y
comencé a recordar todo eso y mucho más. Y me di cuenta de cuantas cosas que yo
ya no estaba haciendo más. El primer amor es maravilloso, ¿no es así? Es muy
bueno!! En el inicio de nuestra conversión, todo era pecado y el deseo de
mantenerse limpio era algo que nos mantenía conectadas con Dios todo el tiempo.
Hoy en los tiempos
actuales, muchas han dejado el primer amor por el compromiso y ¡nuestra
especialidad! Dormimos poco porque quedamos trabajando hasta tarde. Despertarse
temprano porque hay un millón de cosas para hacer. Paramos casi nunca y
aceleramos cada vez mas. Exigimos mucho de nosotras mismas.
¿Sera que Dios se está
agradando de eso? ¿Sera que eso nos esta trayendo resultados favorables? ¡Claro
que no amiga!
Maria usted no precisa
intentar ser igual a su hermana. No de lugar al sentimiento de culpa apenas
porque ustedes son diferentes. Usted sabe que el mundo que estamos es el mundo
de Marta. No se sienta tentado a correr…Su corazón no va a soportar.
Marta, Marta…Cuidado con
la forma de ver al mundo. Cuando la vida comienza a tornarse una secuencia
interminable de tareas a ser cumplidas… Cuando usted piensa que va a conseguir
controlar todo…Cuando el limite de la exigencia… contigo y con los otros es
exagerado… Cuando las personas se tornan meros instrumentos para alcanzar
resultados… usted precisa cambiar su manera de ver el mundo.
Es preciso volver a los
pies de Jesús y oír nuevamente sus palabras… Reencontrar las prioridades de la
vida… Amar a las personas a su alrededor… Aprender a llorar en los pies de Jesús…Aprender
a confiar en Él…
Marta, Marta… porque andas
ansiosa… Solo basta una cosa: ¡Recuérdese y vuelva al primer Amor!
es verdad Señora si no estamos en el primer amor no somos nada, necesitamos estar en la dependencia de nuestro Dios.
ResponderExcluir