¡Que Dios me pese en la balanza de la justicia
y reconocerá mi integridad!
Vemos personas ansiosas por lo que perece y pocas que realmente quieren agradar a Dios.
Recuerdo que cuando empecé en la iglesia tenía una necesidad muy grande de conocer a Dios, de saber más sobre su voluntad y lo que más agradaba a Dios: que podría hacer para llamar su atención.
Hoy vemos que la gente quiere que Dios atienda sus necesidades, quieren ser bendecidas en su vida sentimental, quieren ser prosperadas, quieren ser importantes y reconocidas, y no veo nada de malo en eso, por el contrario, me parece muy bien!
Pero todo esto lo veo como primer anhelo antes que tener un encuentro real con Dios, personas que quieren todo eso y nunca tuvieron una experiencia con el Espíritu de Dios; personas llenas de ellas mismas y de sueños completamente centrados en el propio beneficio.
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6: 31-33
¿Cuál es su verdadera intención? Pregúntese esto!
¿Será que quiero agradar a Dios o que él me agrade? ¿Dónde ha puesto su fuerza y su voluntad? ¿A quién quiere impresionar? ¿A quién quiere agradar?
En primer lugar para agradar a Dios usted tiene que aborrecer su vida, pues la mayoría de veces lo que queremos no es lo que Dios quiere.
¿Quiere llamar la atención de Dios? Luche contra sus voluntades , luche contra las voluntades del mundo y las propuestas de su corazón, oiga solamente la voz de Dios; no va a ser fácil, pero ya es el comienzo para estar en el camino correcto.
Dios es el que más tiene interés de bendecirla con la presencia de El en su vida, Él quiere que todos sepan que la escogió y que está con usted.
¿Y está dispuesta a honrarlo y servirlo?
Revise sus valores y lo que pretende hacer de aquí en adelante, ya que eso mostrara su real intención .
Hoy haga una lista de cómo va a trabajar para cambiar esa situación espiritual que usted está viviendo; recuerde que las personas viene antes de las cosas y su comunión con Dios viene antes de sus responsabilidades; y no viva de emoción! Luche por sus objetivos y sacrifique su voluntad para agradar a Dios.
Si usted ve que está más inclinada para las cosas del mundo, para los placeres de su carne y principalmente ha sido perezosa con su vida espiritual; pida perdón a Dios, humíllese delante de Dios, reconozca su pecado y sus faltas; y busque el perdón si fuera necesario, busque a las personas que usted ha herido con su mal comportamiento y pida perdón, muchas personas no reciben el perdón de Dios por no confesar sus pecados y reconciliarse con las personas que han ofendido.
Fabiane Cunha
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