segunda-feira, 24 de fevereiro de 2014

Día 24 al 28 Inconformes: Dependa solo de su fe!

 

Hoy en día es muy común la ayuda que hemos recibido y dado  al prójimo, y con la intención de ver a las personas conquistando y venciendo, ayudamos más de lo que deberíamos, aliviamos demás el trabajo del prójimo y por lo tanto las personas no tienen tantas experiencias con Dios, ya se ha dado cuenta? En el caso de quien recibe la ayuda, han sido cómodos en la búsqueda de ayuda para cualquier cosa, opiniones y consejos de los que son de Dios, se volvieron un vicio y se olvidan  que ellas podrían tener también la dirección de Dios directamente sin intermediarios.

No quiero decir que ahora usted no buscara más ayuda o ayudara a las personas; cuando existe una situación en la que usted necesita una orientación, que ya busco en Dios pero no tiene claridad en ello, entonces vaya en su fe, busque ayuda de las personas de Dios; o si usted necesita ayudar a una persona cercana pues ella lo necesita y quiere esa ayuda, entonces vaya en su fe.

Está claro que la bondad y la disponibilidad son las más hermosas virtudes, pero tenemos que tener también la sabiduría para discernir hasta donde debemos ir. Hacer todo para los demás puede volverlo infantil, frágil, indefenso e irresponsable de sus actos; no es eso lo que hemos visto en los días de hoy? Y voy más allá, tal vez usted no ha sido también así?

Los obstáculos, dificultades y sufrimientos hacen parte de la vida, todos ellos cuando se aceptan y enfrentan traen crecimiento. Ser feliz no es no tener problemas, y si enfrentarlos sin perder la estructura; algunas dificultades son verdaderos regalos.

Quiero terminar este propósito dejándole este consejo: para que usted sea fuerte, de fe, de Dios y permanezca guardando su fe, necesita por encima de todo depender de Dios! Luchar junto a Él, confiar en Él! Y así usted será un pedacito de Dios en este mundo.

Para estar inconforme y huir de la comodidad espiritual es necesario tener ese entendimiento, tal vez una de las cosas que faltan en su vida es eso: no depender de los demás! Y tampoco querer ser la salvadora de la patria y vencer las luchas de los demás, siendo que ellas necesitan vencer también.

La verdad? Me pongo muuuuy feliz de escuchar a una persona diciéndome que luchó y venció sus dificultades con Dios, en vez de que me quede buscando todo el tiempo para hablar de su dificultad siendo que ella sabe lo que tiene que hacer pero se queda buscando opiniones.

Les dejo aquí el relato de la mariposa que aclarará este asunto; espero que este propósito le haya ayudado.

“Un día un hombre encontró un capullo de mariposa y observó que en el había un pequeño orificio. Se sentó y se entretuvo en observar mientras la mariposa luchaba durante varias horas para forzar su cuerpo tratando de pasar a través de agujero.

Pasó un largo rato observando los esfuerzos de la mariposa por salir al exterior, pero parecía que no hacía ningún progreso, como si hubiera llegado a un punto donde no podía continuar.

Apiadado, el hombre decidió ayudar a la mariposa, tomó las tijeras y cortó el resto del capullo. La mariposa salió fácilmente, pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas.
El hombre continuó mirando porque esperada que en cualquier momento las alas se extenderían para poder soportar el cuerpo que, a su vez, debería deshincharse. Pero nada de esto ocurrió. Por el contrario, la mariposa pasó el resto de su vida con el cuerpo hinchado y unas alas encogidas... ¡nunca pudo volar!

Lo que aquel hombre, con su amabilidad y apuro, no llegó a comprender es que el capullo restrictivo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera salir por el diminuto agujero, era la manera que utilizaba la Naturaleza para enviar fluido del cuerpo de la mariposa hacia sus alas de modo que estuviera lista para volar tan pronto obtuviera la libertad del capullo.”

Quien intenta ayudar a una mariposa a salir de su capullo la mata.
Quien intenta ayudar al brote a salir de la semilla la destruye.
Hay ciertas cosas que tiene que suceder de entro hacia afuera. Ruben Alves

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