¡Tiene que perder!
A quien le gusta perder? ¡A nadie! Todo
el tiempo somos motivados a ganar, ¿no es así? Pero lo que voy a hablar hoy,
solo lo va a entender el Espíritu, solamente aquellos que están en el Altar
(centro de la voluntad de Dios), y sabe porque?
Porque
el que quiera salvar su vida la perderá, pero QUIEN PIERDA SU VIDA por mi causa
la encontrara. Mateo 16:25
Hoy en día, vemos a muchas personas
poniéndose a disposición en servir a Dios en las funciones (atrio y altar),
ellas quieren servir a Dios, pero porque no son del Espíritu (del Altar- Dios)
ellas comienzan a enfrentar funciones como objetivo de superación personal;
¡ellas quieren ganar a todo precio! ¿Cómo? Quieren ser las mejores obreras(os),
las(os) mas espirituales, las(os) mas tenidos en cuenta por las autoridades,
las(os) mas esto o aquello, las(os) mas en todo, pero todo eso no es para
glorificar a Dios y si ¡superación personal! ¿de que tipo? Yo no puedo quedarme
atrás, yo no puedo ser uno del montón, yo no puedo perder, yo no puedo ser
derrotada(o) y así sucesivamente; no importa a quien tenga que atropellar, ella
tiene que ser victoriosa siempre !puro capricho!
Solo que servir a Dios y hacer su obra no
es un lugar para el desarrollo personal, una empresa y tampoco una facultad de
hombres, ¡Es una batalla espiritual! en donde su lucha es vencer al diablo,
¡vencer y salvar su alma!
Para esa batalla espiritual es necesario
ser espiritual y tener el valor de perder, ¡Así es! Y solo pierde, quien
entiende que lo mas importante es su alma y salvar almas.
Cuando estamos en el Espíritu, actuamos
diferente de las otras personas, como si fuéramos intocables y muy superiores
para envolvernos con cosas que no valen la pena, con cosas de este mundo.
Aprendemos a tragar sapos, a ignorar determinadas cosas, muchas veces perder
para el hombre, perder en algunas situaciones, sufrir humillaciones, perder,
perder, perder y seguir adelante; las personas que andan en espíritu siempre
están en control de sus emociones y no se dejan llevar por esas superaciones
personales cuando se trata de servir a Dios.
Para mantenerse salvo y salvar ¡es
necesario perder! ¿Y sabe como? Cuando su carne quiere justificarse pero usted
decide confiar en Dios y no hablar nada por amor a las almas; cuando usted hace
algo con dirección y sale bien, da fruto y nadie lo reconoce, lo utilizan como
si fuera de ellos, su voluntad es la de salir hablando para todos que fue
usted, pero prefiere confiar en Dios y dejarlo a un lado por amor a las almas,
usted prefiere perder; y si tal vez usted llega a ser destacada, le da la honra
a Dios y dobla sus rodillas y se humilla, pues sabe que no son los elogios,
destaques o más responsabilidades espirituales que garantizaran su salvación y
si saber que tiene que estar con toda su vida en el Altar(centro de la voluntad
de Dios) y para permanecer es necesario ¡perder!
Para encontrarse siempre en el Altar de
Dios es necesario perder la gloria de este mundo, y eso también vale en su
servir (en las funciones) en la obra de Dios. Mire dentro de usted y vea si
esta trayendo este espíritu de superación personal para sus funciones, si la
respuesta es que si, entonces renuncie si realmente su vida en el Altar es mas
importante que lo gloria de este mundo; o si usted ha perdido mucho para
permanecer encontrándose en el Altar, sepa amiga, ¡que esta en el camino
correcto!
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