Librándose de la “Malicia”.
Dios escudriña la mente y el corazón, y conoce
nuestros pensamientos; muchas personas llegan a la iglesia cargadas de
problemas y con el pasar del tiempo observamos que muchas son curadas y
liberadas, otras que desenvuelven su talento; otras que reciben el Espíritu
Santo y se vuelven la propia bendición.
¿Pero qué decir de muchas que frecuentan la
iglesia y vemos que ellas necesitan de un milagro y parece que nada sucede? Personas
que a los ojos de todos son buenas y aparentemente de Dios, pero parece que
nada cambia en sus vidas, ellas hasta aparentan cambios de comportamiento,
vienen más veces a la iglesia, ayudan en un grupo pero por dentro de ellas
existe algo que nadie ve… está en sus pensamiento y eso se llama “malicia”.
Vamos a meditar en éste pasaje:
“Entonces una mujer
de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del
fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás
de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los
enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera
profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora”. (Lucas 7:
37-39).
Vemos en éste pasaje que el Señor Jesús entró en la
casa de un religioso y él tuvo la oportunidad de ser bendecido, pero él reveló
lo que tenía por dentro, estaba con una fe dividida y llena de malicia; si
usted lee todo el capítulo 7 de Lucas va a entender mejor lo que sucedió con
ese religioso que invita al Señor Jesús ir a su casa; ¿qué privilegio verdad? Estar
delante del Dios Vivo y cambiar su vida para siempre.
Pero de repente cuando la pecadora entra a la casa…
roba la escena y ella fue bendecida. Y ¿por qué?
Eso sucede porque Dios escudriña mente y corazón y
da a cada uno según su proceder, pues muchos están en la iglesia pero su pensamiento
está dividido… quieren ser bendecidas y conquistar su sueña personal, pero
nutren sus pensamientos con malicia; desconfían de los pastores, de las
campañas de fe. Ellas no asumen eso, pero por dentro nuestros pensamientos
nutren desconfianzas y muchas veces cuestionan; si lo que se está enseñando
viene de Dios o no; pues ese religioso pensó con malicia y llegó a dudar del
Señor Jesús en sus pensamientos.
Sea verdadera con usted misma y observe si en su
pensamiento la malicia y la desconfianza tienen espacio ¡y dé un basta! Nutrir
eso dentro de usted no le va a llevar a ningún lado y sí va a hacer que su vida
esté estancada y luego verá llegar personas en la iglesia y conquistando. ¿Y
usted? Va a terminar estancada por causa de la malicia en sus pensamientos. No es
fácil admitir eso; pero tenemos que tomar una actitud y cambiar,
Usted que reconoce que su vida está estancada en
determinadas situaciones, parece que nada cambia… observe sus pensamiento en el
momento de la predica, si algún día pensó con malicia de su pastor o de su
líder, si miró con malos ojos las campañas de fe en la iglesia o cuestionó los propósitos,
o se sintió rechazada por no haber sido elegida para hacer parte de alguna
cosa, se siente “excluida” por sentirse incapaz, pero parece que nadie percibe
eso… de repente usted sea una excelente persona pero tiene que librarse de la
malicia en sus pensamientos con respecto a las cosas de Dios.
Hoy, confiese esa debilidad en su oración y pida ayuda
al Espíritu Santo con respecto a eso y ¡combata! No acepte esos pensamientos ni
comentarios que pueden estar entrando en sus pensamientos y no de oídos si
quizás esos pensamientos surgen por causa de terceros, amigos o familiares ¡ya
no acepte eso! Cuando esos pensamientos aparecen nuevamente, recuerde la
oración que usted hizo y no retroceda, venza a través de su fe.
Desechando, pues, toda
malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
desead, como niños recién nacidos, la leche
espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si
es que habéis gustado la benignidad del Señor. (1 Pedro 2:1-3).
La oración de hoy por su iglesia será en esa misma fe, que Dios arranque
los malos ojos de las personas, pues muchas están amarradas por la malicia.
¡Y mañana continuaremos en
esa fe, siervas y nada más!
Esposa de Pastor
Fabiane Cunha
Santa Rosa, California
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