¿A quién teme?
Hace
unos años atrás mi esposo y yo fuimos enviados para hacer la obra de Dios a una
provincia. Y puedo decir que allí pasé mi primera prueba de fuego como esposa
de pastor.
Me
fue difícil adaptarme al lugar, la comida, la cultura, el clima, ver animales
que nunca imaginé ver tan de cerca como murciélagos, tarántulas, lechuzas
entrar a casa, ya que vivíamos cerca de un huerto.
Recuerdo
que en algunas oportunidades limpiaba la iglesia llorando porque sentía las
telas de araña por mis piernas y brazos. Recuerdo también que no quería estar
en ese lugar. Y así pasó cerca de un mes… Yo decía: “Bueno, tengo que estar
aquí porque es mi deber” “Es la vida que elegí” “Soy esposa de pastor y tengo
que ir a donde nos manden”.
Pero con esos pensamientos solo hacía que mi vida
espiritual esté en juego y hacía crecer una bola de nieve día tras día. En
realidad hacía todo por imposición, por miedo a perder un título. Me puse una
máscara, cree una careta. Yo quería servir a DIOS sí, pero hoy me doy cuenta
que quería servir con mis reglas.
Recuerdo
muy bien que dos meses antes le dije a mi esposo: “Yo no estoy preparada para
ir a provincias”.
DIOS
probó mis palabras… y hoy puedo decir que gracias a la actitud que tomé salí
aprobada.
Yo
me rendí a los pies de Jesús, hasta hoy
recuerdo la oración que hice: “Señor, en verdad yo no quiero estar aquí. Si
estoy aquí es porque me casé con un pastor y tengo que ir a donde nos envíen,
pero por amor no estoy aquí. Yo decidí hacer Tu obra en el Altar, entonces mi DIOS
quita éste sentimiento malo que está dentro de mí. Yo en verdad quiero servirte
con todo mi corazón y con todas mis fuerzas”.
Cuando
terminé esa oración y me levanté, sentí como que un peso enorme salió de mí. Y
todo cambió… Recuerdo que encontramos un local nuevo en una calle principal.
Gente nueva empezó a llegar, la E.B.I. quedaba pequeña para tantos niños en los
días principales. La relación con mi esposo se afirmó más, DIOS me daba
inspiración de cómo poder ayudar a las mujeres de la iglesia, y fue allí en
aquella provincia que yo vencí la timidez, hice por primera vez reunión de
mujeres, fue lindo ver personas que llegaban con su vida destruida y luego
verlas transformadas y ganando almas para Jesús. Todo empezó a cambiar después
de esa oración sincera que hice; no es que yo sea indispensable sino que
haciendo Su obra por imposición y con una careta yo era una piedra en el
camino, Su obra no crecía. Fue allí que maduré y crecí, me apegué muchísimo a
DIOS.
Quise
contar un poco de mi experiencia… porque hoy en día infelizmente vemos a muchas
siervas usando un uniforme o continuar en una posición por “miedo” a perder
aquello. Por ejemplo:
-
“Si no voy a
evangelizar…”
-
“Si no llego
temprano a la iglesia…”
-
“Si no hago el
anexo…”
-
“Si no participo de
tal campaña de fe…”
“El pastor me va a llamar la atención, el pastor me va
a sacar de obrera, el pastor ya no va a contar conmigo y etc.”
Hacen por miedo a perder un título, una posición, un
uniforme, etc. Y no lo hacen porque temen a Su Señor, por respeto, gratitud y
consideración a Él.
Querida amiga, si usted reconoce que está haciendo la
Obra de DIOS por imposición o por miedo al hombre… reflexione. Sea sincera con
DIOS. Él no quiere que hagamos nada por obligación o miedo.
Él quiere que lo
hagamos para Él y si es para Él tenemos que ponerle todo nuestro corazón, alma
y entendimiento.
Si DIOS la eligió para hacer Su Obra es porque vio la
sinceridad de su corazón. Pero, ¿será que hasta el día de hoy esa sinceridad
existe dentro suyo?
Recuerde que: “Maldito el que hiciere indolentemente,
la obra del Señor”. (Jeremías 18:10).
Analice, medite, reflexione y vea si no está haciendo
la obra de DIOS por miedo de perder algo o si de hecho y de verdad está
haciendo por AMOR, GRATITUD Y CON TEMOR a su SEÑOR.
Sea sincera, y si necesita ayuda hable con su pastor o
la esposa ellos, siempre estarán dispuestos a ayudarle sin juzgarle.
DIOS quiere usar su vida para Él. Él ve la potencia que
usted es. DIOS quiere…
Pero, ¿usted quiere tener la honra de Servirle?
Hoy, como tareíta usted reflexionará si ha servido por
miedo a perder algo o por amor a Su Señor. Después de eso, si desea, publique
una foto suya donde muestra que está sirviendo a DIOS con el hashtag #servirecontemoramiSeñor
Recuerde que al publicar esto usted está haciendo una
promesa. Y nunca más servirá por miedo o imposición. DIOS quiere que todo lo
que hagamos, lo hagamos por Él y para Él, seamos siervas, siervas y nada más…Si
usted tiene a DIOS, tiene todo para vencer…
La oración de hoy, será por todos los siervos y siervas
que sirven de alguna forma en la casa de Dios y que nuestro servicio sea para
Él y no por obligación.
Nos vemos el sábado…
Esposa de Pastor
Evelyn de Sergio
Cusco, Perú
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