segunda-feira, 7 de outubro de 2013

Día 37 + de Dios – de mí: Yo no quiero ennoviarme! Parte 3


Esa obrera ya había hablado con el Pastor que los dos estaban orando, pero aun así, él dijo que ya no irían a orar más; él había pedido una señal que si era de la voluntad de Dios que ellos estuvieran juntos, ella estaría de acuerdo en venir a ayudar en el grupo joven, porque quería saber si era para ella o no. Él ya tenía la respuesta que necesitaba.
Esa obrera estaba muy abatida y quedaba detrás de él todo el tiempo, me sentí mal por ella, pues ella era tan de Dios y estaba perdiendo el objetivo de su vida. Él le pidió que ya no estuviera más detrás, pero parecía que ella estaba desesperada… y en realidad lo estaba.
Cuando una persona está ansiosa no se da cuenta de que ese sentimiento no la ayuda en nada! Por el contrario yo pensaba cada vez menos en él y en mi vida sentimental; había colocado un muro en mi corazón y no estaba dispuesta a dejar pasar a nadie!
Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu prudencia. Proverbios 3: 5
Una amiga le dijo: Ella no es para usted! Su bendición está muy cerca! Debajo de su nariz!. A él le resultó extraño y le pregunto: De que está hablando? Ella le dijo: Nunca vio a Fabiane? El respondió: No! ella es muy de Dios para mí! Y nunca se interesaría en mí! Ella le dijo: En serio? Creo que en el fondo a ella también le gustas!
Él estaba muy asustado y después de ese día comenzó a orar por mí y a tratarme diferente, fue cuando me pregunto directamente si me gustaba alguien? Yo le respondí que no estaba segura pues estaba luchando contra mi mente ya que no quería ser engañada…el siguió orando por mí.
Después de 2 meses él se declaró, mis ojos se abrieron y pude entender pues él estaba dispuesto a esperar el tiempo de Dios. Aun sabiendo que él era para mí, yo sabía que no era el momento de Dios pues lo que más quería era hacer la obra y ser levantada a obrera, y le deje eso bien claro, y eso era lo que él también quería.
Cuando viene de Dios no estamos ansiosos ni preocupados, seguimos el curso natural de las cosas de Dios.
En mi época quien quería tener una relación o le gustaba alguien, no estaba preparado para hacer la obra de Dios, y yo estaba dispuesta a sacrificar aquel sentimiento si Dios me lo pedía, pero nunca ocultar del Pastor lo que había dentro de mí.
Un día en la clase de candidatos, el Pastor me hizo una entrevista y una de las preguntas fue: Le gusta alguien? Yo le dije que sí, el me miro muy fijamente y me dijo: De quién? Yo respondí y señale a mi esposo, él nos miró y pregunto una vez más: hace cuanto tiempo que se gustan? Yo le respondí que hacía 3 meses, el pastor me pregunto que si quería ennoviarme, yo le respondí: En este momento no quiero! Lo que deseo es servir a Dios y ganar almas. Él me dijo: está bien, a partir del domingo usted será levantada a obrera. Yo estaba muy feliz, pues si no fuera la voluntad de Dios el Pastor no me levantaría.
Había mucha gente a ser levantada para hacer la obra de Dios aquel día y solamente 2 personas más y yo fuimos levantadas.
Esperé el momento adecuado, pues ya había encontrado la persona ideal, ahora  estaba en la manos de Dios el tiempo cierto.
Después de 7 meses fue bendecido mi noviazgo y después de 6 meses me case.
Dios me honro por haber confiado y esperado, Él fue fiel en todo conmigo.
En realidad yo no estaba preocupada! Aun pasando por toda esa situación yo continúe haciendo mi parte, cuidando de mi corazón, dando la vida por las almas, pues tenía la certeza que Dios estaba cuidando de mí.
Yo no tenía por qué preocuparme por eso, pues mi Padre estaba cuidando de todo.
Al igual que Abraham estaba preocupado con quien Isaac se iba a casar, como dice la Escritura:
Entonces el me respondió: El Señor, en cuya presencia he andado, enviara su ángel contigo, y prosperara tu camino; tomaras para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre. Génesis 24: 40
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 1 Pedro 5: 6-9

Dios está esperando esa actitud de fe para que él pueda actuar en su vida, pero primero usted debe entregar su corazón y entendimiento, después él la bendecirá.


Fabiane Cunha

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